Lorena Pizarro es hija de la recordada Sola Sierra, histórica presidenta de
Hoy ella preside la agrupación y cuenta sus impresiones sobre los últimos hechos ocurridos en el país respecto al Caso Prats y el Indulto Bicentenario.
¿Qué le pareció el discurso del presidente sobre los indultos y que no haya incluido a militares involucrado en crímenes de Derechos Humanos en esa decisión?
Lo que hemos señalado de forma categórica es que el Estado chileno, independientemente de lo que señalara la Iglesia Católica y la decisión del Gobierno de turno, es que aquí hay una normativa internacional que obligaba al Estado de Chile a respetar esos tratados. Es inconstitucional plantearse siquiera la idea y la posibilidad de indultar a los sujetos vinculados a los crímenes de lesa humanidad, por lo tanto Sebastián Piñera lo que ha hecho es acatar una norma. Pero es importante que se haya señalado que los violadores de derechos humanos no puedan acceder a ningún beneficio, no sólo el indulto. Tanto en el proceso de investigación, con amnistía o prescripción , como cuando están condenados a que puedan ser liberados o que sus penas sean rebajadas.
¿Le hubiese gustado que este tema se hubiese discutido en el Congreso para que fuera una ley chilena la que lo rigiera?
Hay un proyecto de ley en el parlamento hace bastante tiempo que interpreta los artículos 93 y 103 del código penal y que establece que se eximen de penas son sólo para los reos comunes. Esta interpretación dice que queda excluido cualquier persona vinculada a crímenes de lesa humanidad.
¿Y qué le pareció que la petición de la iglesia sobre un indulto los incluyera?
Acá hay victimas que deben escuchar para enfrentar esta situación, un tema es la clemencia, pero otra cosa es la necesidad de dar una señal potente del nunca mas. Cuando se habla de las violaciones de los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad, se habla también del país que se construye, ya hay suficiente clemencia con ellos. Están en cárceles especiales y hay tenido rebajas de penas, condiciones absolutamente distintas a la población penal del país. Ellos no pueden desconocer el terrorismo de Estado, el tema de la clemencia no se puede evaluar con la misma vara que los delitos comunes. Recordábamos cuando Juan Pablo II perdonó al tipo que atentó contra su vida, pero él no salió un día antes de la cárcel ¿Por qué la iglesia no habló de clemencia? Porque el delito era tan grave, que no se podía rebajar pensando en el futuro, lo mismo pasa con los crímenes de lesa humanidad, no se pueden rebajar por la señal que damos para el futuro.
Considerando además que muchas de estas personas no han reconocido sus culpas y no han pedido perdón
Ellos, además de no reconocer, no colaborar con la justicia y no tener una actitud de perdón, uno se cuestiona qué actitud adoptarían si tuviesen que repetir estos delitos. Yo quiero recordar que en muchos casos no dicen los nombres ni los destinos de los desaparecidos y en muchos casos revindican lo que han hecho. Yo recuerdo hace unos años atrás una entrevista a Osvaldo Romo y describía las torturas y señalaba cosas como “general, no deje a ninguno vivo”.
El caso de Carlos Prats marca un antes y un después, por el reconocimiento institucional de los crímenes ocurridos ¿Cómo tomaron ustedes esta noticia?
Pero debe haber una nueva etapa de las Fuerzas Armadas, que depuren sus filas, que tomen distancia de los violadores a los derechos humanos y que entreguen nombres de los involucrados y la información que tienen. Ese paso lo tienen que dar y degradar a los uniformados que participaron en esta exterminio.
¿No siente que luego de casi 37 años la lucha la supera?
¿Uno puede dejar de buscar la justicia cuando le hacen desaparecer a un familiar? Uno tiene una responsabilidad mayor cuando esto involucra a un país, no, no podría dejar de hacerlo, porque tenemos la convicción de que nunca más puede haber terrorismo de Estado, de eso estamos seguros. La pelea es cuesta arriba, porque es tan injusto lo que ha pasado. Durante estos años se ha tratado de relativizar estos hechos, porque no ha habido voluntad política y la gente no se da cuenta que cuando estamos hablando de violaciones a los derechos humanos, hablamos de que el Estado se pone en contra de la población y nos tenemos q1ue asegurar que eso no ocurra nunca más. A veces la pelea es difícil, nosotros somos las víctimas y se nos atañen responsabilidades como el perdón y la misericordia, eso es inaceptable e injusto, eso provoca impotencia. Cuando estábamos en dictadura todos defendíamos los derechos humanos, incluso aquellos que hoy ocupan cargos públicos. Eso no terminaba con la dictadura, ni con sentarse a negociar con los violadores a los derechos humanos, entonces sin duda es una pelea difícil.
¿Y quién toma la posta hoy día? Inevitablemente quiénes han luchado por saber la verdad han ido falleciendo
Cuando uno tiene un familiar desaparecido, uno va asumiendo la condición de la agrupación. Vendrán mis hijos o mis nietos, siembre habrá alguien. Cuando uno vive eso es imposible negarlo, por lo tanto lo no quisiéramos es heredar a nuestras hijos la exigencia de un país con verdad, justicia y memoria, quizás heredar a nuestros hijos y nietos un país que fue capaz de hacerse cargo de esto.
Esto es una forma verdadera de abrir las puertas para que las nuevas generaciones entiendan la lucha de estas mujeres valientes, que asumen un deber que tendriamos que tener todos los chilenos, por que es algo que no pasó en otro lugar, y como es parte de nuestra historia reciente, mientra no se haga una justicia verdadera, no podemos quedarnos indiferentes.
ResponderEliminarBuena, Pablo. No había tenido tiempo de leerlo con calma. Buena entrevista. El nombre del blog es genial, me encanta la bisemia que lograste con la palabra Fortín. Y el diseño de fondo, también bueno. ¡Felicitaciones!
ResponderEliminarBuena Pablin! porfin pude leer la entrevista con calma.. buenisima.. Abrazos desde el otro sur!
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